“La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas" Sigmund Freud.
MI HISTORIA GIST. PARTE 12
Abril del año 2.007. Había tenido una excelente recuperación, como siempre el trabajar es mi mejor terapia, mantiene mi mente ocupada y siento que estoy siendo útil para los míos y para la sociedad.
Continúo con mi tratamiento de Glivec (imatinib) en dosificación de 400 mg diarios, los efectos secundarios de la medicación son llevaderos, y he recibido todo el apoyo de los míos, mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo. Con esta enfermedad, cada día que pasa es una ganancia en nuestra vida, es poder compartir con los de uno, es reír, es llorar, es ver un futuro lejano para uno, y alcanzable para otros. Bien lo dice Brenda Brannon: “tener cáncer es vivir cada día sabiendo que es un regalo”.
Vivir con GIST es traumático, los tratamientos adyuvantes, cualquier tipo de quimioterapia afecta nuestra organismo, el cansancio, la depresión son parte de los efectos secundarios con que nos toca vivir y que no son muy notorios, ya que no lo tumban a uno en una cama. El pensar en lo que se ha dejado de hacer, y en lo que tal vez no podremos hacer, derrumban la más férrea personalidad. Andar con los de uno, y pensar cuales van a ser sus pasos cuando uno no este, es motivo de preocupación y tristeza.
Queda la satisfacción de haber cumplido con la responsabilidad adquirida, de haber dado ejemplo, de que si hubieron fallas, se corrigieron y se siguió adelante en el ir y venir de este espacio de tiempo que llamamos vida. Como ganarle tiempo al tiempo?
Amo la vida, no quiero morir sin haber cumplido mi proyecto de vida. Mis hijos, mi señora, mis hermanos, mi familia, mis amigos, mi trabajo me preocupan. Conversando con un oncólogo, me preguntaba cual era mi preocupación, que más esperaba yo de la vida?, si lo que había logrado ya era haber alcanzado una meta, y la vida en sí, tiene su principio y su fin, para lo cual uno debe estar preparado. Posiblemente sí, posiblemente no!, quien se prepara para morir? No hay una regla que nos diga a que edad empezamos a morir. Lo que si se, es que los que convivimos con cáncer, apreciamos más la vida. Somos unos guerreros de la enfermedad, con la esperanza diaria de ganar la batalla.
Durante los meses posteriores, cumplí con mis controles, con mi tratamiento y a pesar de la cirugía, el año 2.007 me brindaba buenas expectativas, teníamos el cáncer controlado. Planee mis vacaciones de fin de año, visitar mi suegra, mis cuñados, descansar con los míos, y así lo hice. Siempre recibiendo el cariño, el calor familiar, recibimos el nuevo año 2.008, optimista sin saber lo que me deparaba la lucha contra el monstruo de mi enfermedad.
A los que lean este blog, les digo: “No hay que dejarse vencer, la lucha es diaria y no debemos dejarnos doblegar a pesar de las circunstancias adversas que se nos presenten, mientras haya vida hay esperanza”.
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