Acudimos a la cita con el Dr. Andrés. Entre mi señora y yo se levanto el muro del silencio, yo en mi mente sabía la gravedad de mi estado de salud y sabía que mi señora por ser enfermera profesional también lo entendía, no pronunciamos palabras. Andrés, siempre tiene su agenda copada, hay que tener paciencia y esperar nuestro turno.
Llego nuestro momento, entramos y Andrés nos recibió con su acostumbrada amabilidad, entregamos los exámenes y analizo una a una las imágenes diagnosticas en su monitor de tubos fluorescentes. Otra vez el silencio, leyó el resultado de imágenes diagnosticas de Country Scan, empezó a explicarnos la existencia de un tumor del estroma gastrointestinal ulcerado, tumor maligno dependiendo de la pared gástrica y colindando con la cola del páncreas, y que el camino a seguir era el de cirugía por laparotomía. Afortunadamente para mi Andrés no solamente es gastroenterólogo, también es cirujano gastro-oncológico. Nos propone gastrectomía total con vaciamiento ganglionar y reconstrucción en Y de Roux. Inmediatamente mi pregunta fue: en buen cristiano que significa el procedimiento a seguir, no he sido muy bueno para términos médicos, favor me aclaras. Hay que retirar el estomago, extraer el tumor y hacer una reconstrucción en Y de Roux para que te alimentes, además aprovechamos y hacemos un vaciamiento ganglionar.
Mire a mi señora, sus ojos, su mirada lo decía todo, sobraban las palabras. Simplemente volví a preguntar: hay riesgo en esta cirugía?. Cual va a ser la calidad de vida que voy a llevar? Andrés respondió, sí en toda cirugía hay riesgos y más en esta, es una intervención quirúrgica larga y delicada pero no te preocupes es mi especialidad y estoy en condiciones de realizarla. En cuanto a la calidad de vida, tendrás tu post-operatorio y podrás tener una vida común y corriente con las limitaciones de tu estado. No volverás a engordar, bajarás de peso y te estabilizaras. (Mientras Andrés hablaba mi mente no dejaba de pensar, de preguntarme que va a pasar, aunque mi constitución no es la de un obeso, con mis 1,81 cms. de estatura y los 74 Kilos promedio de peso, que va a pasar?. Eran tantos mis pensamientos, que supongo que era como una olla de presión pronta a estallar). Andrés siempre me ha trasmitido seguridad, programamos la fecha para la cirugía el 30 de Abril. Hay que llenar papeleos, autorizaciones, exámenes pre-operatorios, además la vida me agarro sin estar preparado para afrontar esta circunstancia, tenía que llenar documentos en la notaría para no dejar nada pendiente. Nos despedimos, salimos a la calle, el silencio era el rey, mi mente no paraba de hacer conjeturas, el frío de la noche, las luces de la ciudad, observaba a toda persona que en esos momentos pasaba, y me decía cual será su historia, será tan complicada como la que estoy viviendo, o será peor.
Timbró el celular, contesto y mi sorpresa es mayúscula, me hablaba el presidente, fundador de la empresa en que trabajo, persona que admiro y quiero, es ese padre que me dio el mundo, persona ya retirada de la organización, pero que siente por mi el mismo apreció que yo profeso por el. Somos de la vieja guardia, 37 años de conocernos, de trabajar y ayudarle a formar industria, de momentos gratos, de momentos difíciles, pero siempre estábamos ahí, para lo que humildemente yo pudiera ofrecer, y yo siempre contaba con su apoyo, con sus palabras, mi ángel. Hacia por lo menos seis meses que no conversábamos, y empecé a comentarle lo que me sucedía, y como siempre recibí de su parte las mejores palabras, y me hizo volver a la realidad, y me dio esa tranquilidad espiritual que en esos momentos necesitaba. Nos despedimos con los mejores augurios para cada uno.
Mire a mi señora, testigo de mi sufrimiento, le dije vamos al parqueadero, y pensé para mi: “HAY QUE APRENDER A MANEJAR LA ADVERSIDAD”, y eso es lo que empezaría desde ese momento a hacer.
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